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Panthers avanzan a la final de la Stanley Cup

Sergei Bobrovsky y Matthew Tkachuk volvieron a ser la punta de lanza de los de Sunrise y convierten a los Panthers en finalista de la liga.

Los Panthers han aprovechado la primera oportunidad que se les ha presentado y ya son campeones de la conferencia este de la NHL llevando el Prince of Wales Trophy a sus vitrinas y vuelven a una gran final por la Stanley Cup desde 1996. Los Canes fueron incapaces de tener el mando en un partido en el que para ellos ya no habia mañana posible si salieran derrotados. Los de casa siempre tuvieron el partido bajo control y son justos ganadores del mismo y de la eliminatoria.

Rod Brind´Amour comentó en la rueda de prensa posterior al partido que no tenía la sensación de haber sido barrido, y en cierto modo si en la puntuación existiera una escala de grises así se podría expresar, pero en los playoff solo hay blanco o negro , victoria o derrota, y las victorias han caído del mismo lado a pesar de la igualdad y la lucha.

Panthers
Florida Panthers

El partido empezó con la intensidad de los anteriores, pero mucho menos bronco que el anterior, y los Panthers descubrió bien pronto su jerarquía y a los 41 segundos esa línea mágica que forman Barkov, Verhaeghe y Duclair ponían por medio de este último ya en ventaja a los gatos

Eso no cambiaba las cosas y ambos equipos seguían peleando por cualquier disco en cualquier rincón de la pista, buscando el gol en acciones rápidas, pero sería de nueva Florida en el ecuador del período quién movería el marcador en una superioridad numérica por medio de Matthew Tkachuk.

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No podremos disfrutar mucho de esa doble ventaja de los locales, sus rivales no cedieron y su potente forecheck les permitió tras un tiro de Skjei que dio en el poste y rebotó en la espalda de Bobrovsky quedando muerto sin que el portero ruso pudiera llegar antes que Statsny que metió la pala para remachar el gol. Una acción enmarañada por fin perforaba la portería de Bobs.

Una distancia de un gol, tan cercana y lejana a la vez viendo la dificultad para marcar de los de Brind´Amour que le daba algo de emoción al partido. Emoción que subiría cuando en el inicio del segundo período, otra acción de trinchera de Carolina en las cercanías de la portería contraria, permitió cazar un disco a Teravainen cerca de la pintura azul y a bocajarro establecer el empate.

Pero la lucha y el sacrificio no han sido cualidades exclusivas de los de Raleigh, en la mitad del segundo periodo, Ryan Lomberg tras pérdida en la zona de ataque contraria, no se resignó y peleó la pastilla para recuperarla e iniciar la jugada que remataría el mismo para establecer el 3-2 y volver a quitar el caramelo de la boca a sus rivales.

El tercer periodo era más que nunca un todo o nada para Carolina con esa desventaja y ponían más tiros que sus rivales sobre la portería contraria, pero ni ellos en sus más, ni los Panthers en sus menos pudieron con los porteros y los minutos se agotaban sin que el marcador tuviera visas de change.

Pero justo cuando faltaban 3:22 para finalizar el partido, la asfixiante presión que ponían en el forecheck los jugadores de Carolina puso el disco en la cresta de la pintura azul para que Jesper Fast ejecutara un duro tiro de muñeca que fue demasiado para los reflejos de un enorme Bobrovsky que parecía imbatible.

Panthers
Florida Panthers

Y cuando todo el mundo se estaba preparando para un tiempo extra más en la eliminatoria, Jordan Staal dejó a su equipo en inferioridad y ese postrero power play a falta de menos de un minuto, dio la oportunidad a Tkachuk para consagrarse como líder espiritual de los Panthers y llevó el delirio a la parroquia del FLA Live Center que disfrutó por partida doble, con el gol y con el refrendo de los árbitros tras la revisión del mismo en la que Brind´Amour trató de apelar a una interferencia a Andersen que no vieron ni en Toronto ni la tableta de los árbitros.

Saque de centro a falta de cuatro segundos que no llevó ni siquiera a un último tiro desesperado los Canes que vio como el siguiente paso de su temporada era chocar las manos a sus rivales y vaciar las taquillas, mientras que los Panthers sacaba las gorras de campeones de conferencia y recibían y tocaban con descaro e ignorando las supersticiones el trofeo que los coronaba como reyes del este en la NHL.

Fuente: Vavel.com

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