ATLANTA – Mientras el Comisionado Rob Manfred se preparaba para el 50mo aniversario del histórico jonrón 715 de Hank Aaron, se encontró con una frase que confirmaba qué tan venerado era el legendario cañonero.
“Muhammad Alí dijo una vez que Hank Aaron era el único hombre a quien idolatraba más que a él mismo”, destacó Manfred.
Manfred, Dusty Baker y Ralph Garr fueron quienes estuvieron en el Atlanta History Center el lunes para celebrar uno de los momentos más grandes de la historia del deporte. Han pasado 50 años desde que Aaron cautivó a millones alrededor del mundo al romper la marca de cuadrangulares de Babe Ruth.
Baker bien podría haber tenido el mejor lugar de la casa durante aquel juego en contra de los Dodgers el 8 de abril de 1974. Estaba en el círculo de espera cuando Aaron conectó su histórico jonrón en contra del lanzador Al Downing.
“Después de que conectó ese cuadrangular, no quería ir al plato porque no deseaba estropearle ese momento de cuando la familia lo rodeara [para celebrar]”, recuerda Baker. “Todo era alegría. Entonces, luego de reanudar el partido, escuché un duro rechinido. Voltee hacia las gradas y todo el mundo se estaba yendo y yo era el próximo en batear”.
Aaron habría disfrutado de los aplausos y sonrisas de parte de sus amigos y familiares que vinieron a Atlanta para celebrar el aniversario de su jonrón más memorable. Su viuda esposa Billye Aaron y su amigo cercano, el exembajador de los Estados Unidos, Andrew Young, estuvieron entre los presentes. También asistieron algunos miembros de aquel equipo de los Bravos de 1974, incluido Baker, Garr y Tom House.
House fue quien atrapó la pelota en el bullpen de Atlanta y luego se apresuró hacia el plato donde orgullosamente se la entregó a Aaron.
“No fue una gran atrapada que digamos”, bromeó House. “Si me hubiera quedado inmóvil me habría golpeado en la frente”.
“Lo principal que teníamos que hacer era recoger todo después del juego”, dijo el veterano encargado del clubhouse y secretario de viajes de los Bravos, Bill Acree. “Conseguir la pelota. Conseguir el bate. Conseguir esto y aquello”.
Acree se unió al personal de mantenimiento de los Bravos cuando el equipo se mudó a Atlanta en 1966. Tenía 18 años cuando se convirtió en el encargado del clubhouse de visitantes en 1968. Cinco años después, estaba a cargo de ambos clubhouses. Pero por solicitud de Mathews en 1974, Acree dejó sus funciones en el clubhouse de visitantes y centró toda su atención en el clubhouse local.
Acree recopiló una cantidad de recuerdos durante sus 50 temporadas con los Bravos. Literalmente dejó su huella de muchas maneras. De hecho, si pones una luz negra en la pelota que Aaron bateó para su jonrón número 715, encontrarás la firma de Acree.
Fuente: Las Mayores