PITTSBURGH – En el dugout del equipo local en el PNC Park, después de que terminó la jornada de Paul Skenes, Bailey Falter le preguntó al derecho novato cuántos ponches había registrado esa noche. Skenes dijo que lo había olvidado, pero de repente empezó a recordar.
«Siete… ocho… nueve», dijo Skenes mientras sonreía mirando fijamente a la cámara de la transmisión de SportsNet Pittsburgh.
Fue una noche de nueve ponches para Skenes, pero fue el primero de esos K el que inscribió su nombre en los libros de récords, superando a Cy Blanton por la mayor cantidad de abanicados para un lanzador novato en la historia de la franquicia. El último ponche fue el número 151 en el año para Skenes, quien certificó seis entradas de una carrera, llevando a los Piratas al triunfo por 3-2 sobre los Marlins.
Son pocos en la historia del béisbol los que han podido igualar esa cantidad de ponches en sus primeras 20 aperturas. Desde 1901, sólo Kerry Wood (179 en 1998), Hideo Nomo (175 en 1995), Dwight Gooden (162 en 1984) y Mark Prior (154 en 2002-03) lo han logrado.
“No puedo pensar en otro lanzador tan especialista en ponches tan temprano en su carrera”, comentó el manager de Pittsburgh, Derek Shelton. “He visto a chicos que han sido élite a lo largo de sus carreras, pero no recuerdo a nadie, siendo novato, que haya hecho algo así”.
Pero si le preguntas a Skenes sobre la historia que está haciendo, no parece que sea algo que esté en su radar.
“Es un juego y creo que lo más importante es estar enfocado en el presente”, comentó. “Todo lo demás es genial, pero creo que esto es un producto de estar en el momento y presentar a lo largo de un año. Ejecutar cada lanzamiento. Todo lo demás surge cuando empiezas a acumular”.
Y vaya que Skenes ha acumulado, en este caso, ponches. El derecho no solamente encabeza la carrera por el premio a Novato del Año de la Liga Nacional, sino que está teniendo una de las mejores primeras campañas que se haya visto para un lanzador de los Piratas.
Fuente: Las Mayores
