La primera aparición de Alex Rodríguez en el Día de los Veteranos el sábado fue especialmente notable: la última vez que vistió la camiseta a rayas fue el 12 de agosto de 2016, el día de su último juego como jugador de Grandes Ligas.
NUEVA YORK — Varios eran los presentes que asistían por primera vez al evento Old Timers’ Day en el Yankee Stadium el sábado, pero sólo Alex Rodríguez vio deteriorada su relación con los Yankees hasta el punto de preguntarse si alguna vez sería bienvenido a la celebración anual.
«De hecho, me sorprendió que me invitaran», dijo Rodríguez durante una conferencia de prensa junto con otros miembros del equipo campeón de los Yankees en 2009, que se conmemoró en su 15º aniversario. «Es un honor. Muy feliz».
Rodríguez habló sentado entre Derek Jeter y A.J. Burnett en un estrado. Mariano Rivera y Joe Girardi, el manager del equipo de 2009, estaban sentados en los extremos. Compartieron recuerdos del club de 2009, el último en ganar una Serie Mundial para la franquicia. Ofrecieron sus pensamientos sobre Aaron Judge y ganar. Jeter hizo algunos chistes.
Todos llevaban camisetas de local de los Yankees. Para Rodríguez, eso fue especialmente notable: la última vez que se puso el uniforme a rayas fue el 12 de agosto de 2016, el día de su último juego como jugador de Grandes Ligas.
«Lo usa en casa todo el tiempo», bromeó Jeter.
Rodríguez dijo: «He estado transmitiendo para FOX y parte de mi trabajo con ESPN, pero creo que volver a estar en el equipo con el uniforme puesto es bastante único. Y es mi primera vez de regreso y estoy emocionado de estar de regreso. Estoy muy orgulloso de mi tiempo en Nueva York y estoy muy orgulloso de ser parte de un equipo campeón. Así que estoy feliz de estar de regreso».
Ahora la pregunta es si los Yankees algún día honrarán a Rodríguez con una placa en Monument Park.
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«Lo he pensado», dijo Rodríguez, quien cumplió 49 años el mes pasado. «Me encantaría estar ahí, pero obviamente esa no es mi decisión. Pero honro todo lo relacionado con los Yankees de Nueva York, y sería un honor».
En el vacío, la producción de Rodríguez en Nueva York merece un lugar. Su etapa con los Yankees, que comenzó en 2004, incluyó dos premios al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, siete nominaciones al Juego de las Estrellas, 351 jonrones y ese título de 2009 en 12 temporadas. Consiguió su hit número 3.000 de su carrera y superó a Willie Mays en el cuarto lugar de la lista de jonrones de todos los tiempos como Yankee.
Sin embargo, su etapa es igualmente recordada por su drama fuera del campo. Entre los puntos más bajos: en 2009 admitió haber tomado esteroides durante un período de tres años mientras estaba con los Texas Rangers y en 2013 fue suspendido por 211 juegos por sus vínculos con la clínica Biogenesis. Cumplió la suspensión, que se redujo a 162 juegos, durante toda la temporada 2014.
En junio de 2013, el gerente general Brian Cashman, cuando se le informó que Rodríguez había anunciado que estaba listo para regresar de una cirugía de cadera, le dijo a un reportero: «Alex debería callarse la boca». Rodríguez presentó tres demandas separadas que involucraban a los Yankees, las Grandes Ligas de Béisbol, el comisionado Bud Selig y la Asociación de Jugadores de la MLB. Las tres fueron descartadas antes de que regresara al equipo en 2015 tras cumplir su suspensión.
La posición de Rodríguez con la organización quedó ilustrada cinco años después de su retiro: si bien los Yankees han esperado un período prolongado para darle el número de una estrella retirada a otro jugador (si es que alguna vez se lo pasan), los Yankees esperaron solo cuatro temporadas antes de darle el número 13 de Rodríguez a Joey Gallo en 2021. Jazz Chisholm, adquirido el mes pasado, ahora usa el número.
El sábado, todo eso quedó en el olvido. Más de ocho años después de escuchar su nombre anunciado en el Bronx, Rodríguez fue presentado entre ovaciones en la ceremonia previa al juego del sábado. Sus ex compañeros de equipo citaron el desempeño de Rodríguez durante la postemporada de 2009, después de haber tenido problemas en octubres anteriores, como algo esencial para su carrera hacia el campeonato.
Rodríguez, de nuevo con el uniforme a rayas, lo disfrutó al máximo.
«Es la primera vez que vuelvo en mucho tiempo», dijo Rodríguez. «Me encanta ser un Yankee. Es una gran familia».
