Este pasado martes, tras caer derrotados en su propio estadio a manos de los Detroit Red Wings, Doug Armstrong, gerente general de los St. Louis Blues, anunciaba que Craig Berube quedaba relevado de sus deberes como entrenador jefe y que sería reemplazado de manera interina. Por Drew Bannister.
Cuatro derrotas consecutivas que han llevado a los Blues a un balance negativo, ocupando la sexta plaza de la División Central y siendo décimos entre los 16 equipos de la Conferencia Oeste, un rumbo que los aleja de los playoff sin haber alcanzado ni siquiera la mitad de la temporada.
Berube, deja así en su sexta campaña con el equipo, el banquillo en el que sustituyó a Mike Yeo en noviembre de 2018, para remontar la temporada de manera espectacular, llevando al equipo de las profundidades de la clasificación, a la consecución de la primera. Copa Stanley de la historia del equipo.
Una hazaña que no ha sido capaz de volver a replicar, y que ha dejado al equipo en un limbo en el que ni es un contendiente por el título pero tampoco se encuentra en un estado de reconstrucción que lleva a armarlo de nuevo.
El crédito por los servicios prestados se ha agotado, y el equipo, como ya hizo en el otoño de hace cinco años, busca enderezar la nave cuando todavía queda tiempo.
Berube, es el tercer entrenador que cesó esta temporada, Jay Woodcroft en Edmonton y Dean Evason en Minnesota, corrieron el mismo destino anteriormente.