El flag football será, junto con el lacrosse, críquet, béisbol/sóftbol y squash una de las principales novedades de la cita. No podía ser de otra manera, pues el fútbol americano es religión en Estados Unidos y esta variante del mismo ofrece un mayor dinamismo y, su principal clave, la ausencia de contacto, concuerda con las premisas del Comité Olímpico Internacional.
El funcionamiento básico del flag football no deja de ser el mismo que el del ‘tackle’ football, el fútbol americano comúnmente conocido: portar el balón oval, que es el mismo, hasta la zona de anotación para apuntarse un touchdown. Pero las diferencias son enormes. Al flag football no se juega con cascos y corazas, innecesarias al no estar permitido el contacto. Los placajes, por tanto, no son derribos violentos, sino que para acabar una jugada se debe despojar al portador del balón de uno de los dos pañuelos que le cuelgan de la cintura (los puede llevar atados a un cinturón o metidos por el pantalón). Así se evita el principal problema que había para ver al fútbol americano en unos Juegos: las lesiones y los golpes en la cabeza que sufren en la modalidad popular son demasiado peligrosos, además que la exigencia física es tal que durante las dos semanas de competición cada equipo apenas podría disputar un par de partidos.
Hay varios modos de juego, aunque el más extendido es el que se usa en torneos como Mundiales, en los que cada equipo cuenta con cinco jugadores sobre un campo que mide 50 yardas, la mitad que uno de fútbol americano, más las zonas de anotación. Otra gran diferencia es que el quarterback no tiene cobertura de una línea defensiva, por lo que al no estar protegido tiene muy poco tiempo antes de lanzar un pase. Hay cuatro oportunidades, o downs, para alcanzar el medio campo (línea de 25 yardas), y otras cuatro si se consigue para anotar (no se permiten jugadas de carrera a cinco o menos yardas de la zona de anotación). Y un gran cambio es que no hay tiros a palos: tras un touchdown, se puede sumar un punto más en una nueva jugada a cinco yardas del área para puntuar, y también se puede optar a dos puntos en una jugada desde diez yardas.
Para que el flag football (que también tiene su modalidad en la playa) aterrice en unos Juegos Olímpicos ha sido clave el apoyo de un megagigante, la NFL. La mayor liga deportiva del planeta se ha volcado para colaborar con la IFAF (Federación Internacional de Flag Football) en su candidatura, y es que desde la NFL hablan de esta modalidad como el “verdadero futuro del fútbol americano”, tal y como dijo Troy Vincent, vicepresidente de operaciones de la liga, algo que también se escuchó en la última sesión del Comité Olímpico Internacional.
Estados Unidos, como es lógico, es el gran dominador internacional de este deporte, con cinco oros mundiales. Aunque Austria, por ejemplo, tiene tres, y Francia o Canadá también han conseguido éxitos.
Fuente: Diario AS