Cuando llegó a 200 jonrones en las Grandes Ligas el fin de semana pasado en Yankee Stadium, el venezolano José Altuve alcanzó el primero de lo que podrían ser cuatro destacados hitos en el 2023. Y si bien cada número es significativo por sí solo, es la combinación, y sobre todo lo rápido que podría hacerlo, lo que lo convierte en algo realmente especial.
Antes de comenzar la jornada del viernes, el segunda base de los Astros tenía – junto a sus 201 vuelacercas – un total de 1,988 imparables, 290 bases robadas y 390 dobletes en MLB.
Siempre que las lesiones no vuelvan a ponerle una zancadilla, con más de mes y medio por jugar no debería tener problemas para terminar el 2023 con 2000 hits, 300 robos y 400 dobles para acompañar a sus ya más de dos centenas de bambinazos.
Pese a perderse el primer mes y medio de la temporada por una fractura en un pulgar sufrida durante el Clásico Mundial de Béisbol y luego otras dos semanas en julio por un problema en un músculo oblicuo, Altuve está teniendo otro destacado año en Houston.
En 45 encuentros este 2023, batea .305/.396/.534 con 11 dobles, nueve cuadrangulares y 11 estafadas. Llevados a 162 juegos, eso le daría 32 vuelacercas, 40 bases robadas y 40 dobles. Su OPS+ de 155 (55% mejor que el promedio de MLB) es casi idéntico al de 160 que puso tanto el año pasado como cuando ganó el premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2017.
El club de los jugadores con 2,000 incogibles, 300 estafadas, 400 dobletes y 200 bambinazos es bien exclusivo. En la historia de las Grandes Ligas, sólo 17 jugadores han logrado juntar todas esas estadísticas. Nueve de ellos están en el Salón de la Fama, y entre los otros nombres destacan el puertorriqueño Carlos Beltrán (elegible en 2024 por primera vez), el venezolano Bob Abreu (aún en la boleta) y Alex Rodríguez (aún en la boleta) y Barry Bonds. Estos dos últimos habrían entrado con facilidad en su primer año de no ser por sus conocidos vínculos con el dopaje.
Fuente: Las Mayores