Un sombrero rojo se ha sentado sobre el ring en el gimnasio de entrenamiento de Leigh Wood desde que perdió su título mundial ante Mauricio Lara.
Sobre un fondo negro, se destaca como un faro. Él lo ve como una motivación.
El sombrero fue un gesto de agradecimiento que el mexicano le dio al boxeador británico en los vestidores luego de que este le arrebatara el título de peso pluma de la AMB a Wood en su ciudad natal de Nottingham en febrero.
Poco sabía Lara que sería el regalo más poderoso que podría darle a Wood después de dar el mayor golpe en la carrera del británico de 34 años.
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Cada golpe lanzado, gota de sudor producida, momento de dolor soportado y respiración consumida por Wood en ese gimnasio en Essex, en lo que ha sido el campo de entrenamiento previo a la pelea más largo al que se ha sometido, ha sucedido frente a ese sombrero de ala ancha. .
Wood ahora se enfrenta al hombre, que le dio el sombrero y le quitó el cinturón, en el AO Arena de Manchester el sábado.
«Es un recordatorio para mí», le dijo a BBC East Midlands Today.
«Es un recordatorio en el gimnasio para dar el 100% y no desconectar. Solo miro hacia arriba y me recuerdo que no estoy cansado, que vine a ganar, a recuperar mi cinturón».
