SEATTLE – El dominicano Luis Castillo se sentó en la parte alta de la mesa del T-Mobile Park el lunes, con la sonrisa que le caracteriza y con el puño del brazo de lanzar en alto. Es la pose que identifica al dos veces convocado al Juego de Estrellas cada vez que logra un ponche importante. Pero esta vez no estaba en la loma, sino celebrando otra cosa.
“¡La Piedra!” gritó a lo lejos su compañero Julio Rodríguez, luego de que Castillo firmara un contrato multianual con los Marineros. El acuerdo es de cinco años y US$108 millones, aunque podría llegar a ser de seis temporadas y US$133 millones.
Menos de dos meses después de haber sido adquirido por Seattle en la fecha límite de cambios desde Cincinnati, la gerencia de los Marineros quiso asegurar a largo plazo a su preciado lanzador, evitando que el quisqueyano ingresara a la agencia libre tras la próxima campaña. Pero, para Castillo, ¿por qué no probar el mercado libre?
Al adquirirlo, también los Marineros obtuvieron los derechos para negociar con él 15 meses antes de su agencia libre. Además de reforzar al equipo para la recta final, los Marineros vieron a Castillo como un pilar del equipo a futuro.
“Nunca sabes lo que puede pasar en la agencia libre”, dijo Dipoto. “Estuvimos dispuestos a utilizar nuestros recursos destinados para la agencia libre para hacer de esto una realidad”.
Castillo se convierte en el último jugador de los Marineros en firmar un pacto a largo plazo antes de la agencia libre, uniéndose a Rodríguez (12 años; US$210 millones), el campocorto J.P. Crawford (cinco años, US$51 millones), el abridor Marco Gonzales (cuatro años, US$30 millones) y el relevista mexicano Andrés Muñóz (cuatro años, US$7.5 millones).
“Estoy muy, muy feliz de finalmente ser parte de una familia a largo plazo”, dijo Castillo. “Tengo que darlo todo. Todo mi corazón. Todo. Si nos preparamos para la Serie Mundial, salgamos y vayamos por ella”.
Fuente: Las Mayores