El último equipo en liderar las Grandes Ligas en jonrones y bases robadas en la misma temporada incluía a un Jackie Robinson de 36 años y a un Don Zimmer de 24 años. Todavía queda mucho por jugar, por supuesto, pero los Rays del 2023 tienen la oportunidad de lograr la misma hazaña que aquellos Dodgers de Brooklyn de 1955.
Los Rays llegaron a la jornada del jueves con 101 cuadrangulares, ocho más que los Dodgers. Tampa Bay también suma 75 robos, 17 más que los Piratas, que ocupan el segundo lugar, y 22 más que cualquier otro club de la Liga Americana. Por si sirve de algo, el último club que lideró el Joven Circuito en vuelacercas y estafadas fue Cleveland en 1995.
Los jonrones han sido sorprendentes, aunque este mes no han arrasado como lo hicieron en abril. Los Rays conectaron 14 bambinazos más en marzo/abril que cualquier otra novena, pero este mes marchan quintos en las Mayores. Sin embargo, en abril no se volvieron locos corriendo por las bases, principalmente porque disparaban tantos cañonazos de cuatro esquinas y ganaban los partidos por márgenes tan amplios que había menos necesidad de hacerlo.
Sin embargo, este mes encendieron la luz verde. Los Rays se hurtaron 25 sacos durante la recién terminada racha de 10 duelos en casa y 48 bases entre el 1ro y el 29 de mayo, el doble que cualquier otro conjunto durante ese período.
Sí, este equipo puede batear como pocos. Y también puede correr tan bien como cualquier otro.
“Sabíamos que teníamos mucha velocidad”, dijo el coach de primera de Tampa Bay, Chris Prieto, quien sirve como entrenador de corrido de bases de los Rays. “Hay un montón de muchachos que tienen la luz verde y la oportunidad de robar. Ha sido divertido verlos elegir sus momentos, no forzar la situación a veces y no salir cuando no es necesario.
“Obviamente, [estamos] muy contentos”, continuó el instructor. “Muy buenos atletas, buenos instintos. Están preparados. Hacen preguntas. Pero en su mayor parte, yo sólo me siento y veo los tremendos atletas que son. Ha sido divertido”.
Los Rays sabían que este año podían causar estragos en las almohadillas. Ya en los entrenamientos primaverales, el manager Kevin Cash mencionó que Tampa Bay tenía el grupo de jugadores de posición más rápido desde que él llegó al equipo. De vez en cuando, recordaba a aquellos Rays que contaban con nombres como Carl Crawford y B.J. Upton.
Pero, ¿alguien veía venir este nivel de robos?
“Cada juego es un poco diferente. A veces, tienes la oportunidad de robar bases; otras, no”, comentó el el jardinero de los Rays, el cubano Randy Arozarena, la semana pasada. “Con el tipo de pelota que jugamos, con la defensa y el poder y el bateo, es muy bueno para nosotros poder robar bases y tener esa ventaja para poder anotar más”.
Los Rays tienen a siete jugadores diferentes con al menos cinco robos, la mayor cantidad en la Gran Carpa. Taylor Walls lleva de 14-14. Josh Lowe suma 13. Luke Raley siete. Arozarena y el dominicano Manuel Margot tienen seis cada uno. El dominicano José Siri totaliza cinco y su compatriota Wander Franco lidera el camino con 19, su cifra más alta en cualquier temporada profesional y una prueba de su salud, instintos y lo que Prieto describió como un enfoque “intrépido” en las bases.
“Eso probablemente sea lo único para lo que yo no estaba totalmente preparado: que [Franco] iba a ser una amenaza robando bases. Pero, en su mayor parte, ha tomado muy buenas decisiones”, contó Cash recientemente. “Toma muy buenos saltos y la velocidad habla por sí sola”.
Los cambios en las reglas de este año han influido, por supuesto. Los corredores tienen ventaja con el reloj de pitcheo, las limitaciones de las veces que los lanzadores pueden separarse de la goma de lanzar y las bases ligeramente más grandes. Pero los Rays también se han comprometido con la idea de mejorar en los senderos después de hacer 73 outs en las bases – el tope en MLB – la temporada pasada (y se les hizo out en 37 ocasiones en intentos de robo).
Fuente: Las Mayores