El Real Madrid superó al MoraBanc Andorra por 85-76 en un duelo que no terminó de tener controlado del todo y donde lo más destacado fue el retorno a las canchas del base aragonés Carlos Alocén, ausente por lesión desde el 13 de febrero del año 2022.
En la previa todas las miradas se centraron en el joven jugador, que ya en la presentación recibió una calurosa bienvenida por parte de sus compañeros y de la grada. Sobre el parqué su presencia supuso una bocanada de aire fresco, especialmente para un Facundo Campazzo que pudo descansar después de un arranque de temporada muy exigente para él.
La ausencia del argentino en la dirección no la echó de menos al principio el conjunto blanco porque sus compañeros parecieron irse turnando para castigar al rival. En el cuarto inicial el primero en pegar fue el caboverdiano Walter Tavares, con 7 puntos de los 11 que transformó su equipo de salida.
Le tomó el relevo el bosnio Dzanan Musa, que anotó otros 8 para completar entre ambos 15 de 20. Pese a ello no le perdió la cara al choque un contrario que apostaba por la aportación coral en un enfrentamiento donde escaseaban los triples, con solo 2 de 12 entre unos hasta los 10 minutos.
Siguió enganchado el bando andorrano hasta que pidió la vez el croata Mario Hezonja en el segundo acto. Y lo hizo con la muñeca echando chispas, anotando once puntos de manera consecutiva mediante tres aciertos exteriores y un mate. No terminó ahí su impulso, pues acabaría colgándose de nuevo del aro para finiquitar el parcial de 12-1 que rompió el partido, con un +16 que acabó quedándose en +10 al descanso (43-33, min.20).
El tercer cuarto en su conjunto fue un tira y afloja psicológico por mantener o rebajar la barrera de la decena de distancia. Anfitrión y visitante intercambiaron canastas sin tregua, con un Jean Montero pertinaz para lograr el objetivo de los suyos. Ni siquiera dos triples seguidos de Musa frenaron a un cuadro andorrano que fue capaz de aguantar el exigente ritmo y dejar en nulo un pulso de 52 puntos entre ambos (69-59, min.30).
Encaraba pues el tramo decisivo el plantel de Chus Mateo en alerta y con un colchón que le permitía jugar con cierta tranquilidad ante un equipo que, pese a todo, seguía vivo en un contexto donde otros habrían caído hace tiempo. Tanto era así que el MoraBanc Andorra llegó a ponerse a seis y luego a cuatro gracias a sendos triples de Mihajlo Andric y Montero. Ambos fueron contrarrestados de manera inmediata por un balsámico Sergio Llull.
Fuente: ACB