El Real Madrid recondujo este domingo su rumbo tras una semana para olvidar y, liderado por el acierto del argentino Gabriel Deck, autor de 24 puntos, sumó un triunfo balsámico y de mérito ante un gris Unicaja que llegaba al WiZink Center como líder y que, lejos de su mejor versión, acabó sumando su segunda derrota liguera víctima de sus errores y sus malos porcentajes de tiro (90-77).
Ambos acudían al partido más destacado de la décima jornada con sensaciones muy diferentes. Los locales con muchas dudas tras encadenar tres derrotas en los últimos ocho días y una trayectoria errática, principalmente fuera de casa y más preocupante en Euroliga, y los cajistas con un solo tropiezo en la Liga Endesa y líderes tanto en la competición doméstica como en la Liga. de Campeones.
Conscientes de la importancia del choque, los jugadores de Chus Mateo salieron a por todos desde el salto inicial. Una canasta de Facundo Campazzo y los triples de Alberto Abalde y Gabriel Deck le dieron las primeras ventajas ante un rival que comenzó demasiado impreciso en ataque y permisivo en defensa, como demostraba el marcador en el ecuador del primer cuarto (13-4, min 5 ).
Los blancos, con las ideas más claras, movían mejor el balón y peleaban por cada posesión, lo que les permitía jugar con la tranquilidad necesaria tras sus últimos resultados. Además, su acierto exterior y los puntos de Deck les mantenían con cómodas rentas hasta que un arreón final del equipo andaluz dejó la diferencia en cinco puntos al final del primer acto (18-13, min 10).
En la reanudación, un 0-4 de salida puso a los cajistas solo uno abajo, aunque la alegría les costó poco porque dos rápidos triples de Andrés Feliz y Sergio Llull devolvieron las aguas a su cauce. El líder no rendía al nivel de compromisos anteriores y pagaba caros sus bajos porcentajes en tiro exterior, con un solo acierto en sus ocho primeros lanzamientos desde el perímetro y un pobre 5/25 final (20%).
Llull, con rápido sietes puntos, obligó a Ibon Navarro a parar el partido al ver que su equipo no carburaba como venía haciendo desde principios de temporada. Sin la velocidad habitual de su juego ni un referente ofensivo claro, al menos fue capaz de aprovecharse de unos momentos de dudas de su oponente para recortar a la mitad la decena de puntos de desventaja y mantener intactas sus opciones de victoria (39-34, mín 20).
De nuevo salió a por todos un conjunto local que, con Campazzo a los mandos y Deck y Abalde como ejecutores, logró un parcial de 9-2 en tan solo dos minutos y amenazó con romper el choque antes de tiempo. Por primera vez la brecha alcanzaba la docena de puntos, lo que obligó al banquillo visitante a pedir tiempo muerto para espolear a los suyos.
Fuente: ACB