El Real Madrid volvió a la senda de la victoria, después de dos tropiezos consecutivos, al imponerse al Surne Bilbao Basket por 95-80 en un duelo en el que se mostró superior y nunca tuvo una ventaja inferior a los siete puntos a partir del 6-0 inicial.
Afrontaba el anfitrión el partido en un contexto inédito hasta la fecha este curso, pues nunca había perdido dos veces en línea hasta que lo hizo durante los últimos siete días primero en Murcia y luego en Mónaco. Así pues, el triunfo, sin ser de necesidad vital, era importante para el equipo blanco para reencontrarse con las buenas vibraciones.
Lo demostraron los de Chus Mateo, que se presentaron en escena con un parcial favorable de 10-0 aprovechando las dificultades del rival para concretar los contraataques. Acabó por reengancharse el cuadro vasco a base de triples, uno de Adam Smith y otro de Thijs De Ridder (13-6, min.5).
Ese acierto en el lanzamiento exterior fue lo que mantuvo a los de Jaume Ponsarnau a flote, pues necesitaron siete minutos para sumar su primera canasta de dos y no capturaron ningún rebote defensivo en todo el primer acto. Sin embargo, y pese a las dificultades para fluir, un 0-7 postrero les ayudó a acercarse (30-22, min.10).
No consiguieron dar continuidad a esa dinámica en el arranque del segundo cuarto, ni los locales abrir la distancia. Unos y otros dimitieron de sus tareas anotadoras y pasaron casi cuatro minutos hasta que Guerschon Yabusele desbloqueó la situación. Aún así, solo fueron ocho los puntos que lograron entre ambos en los seis minutos iniciales.
Por suerte para los aficionados, el segundo tramo hasta el descanso fue más entretenido. Dzanan Musa se enchufó para firmar nueve puntos y Kristian Kullamae hizo cinco que ayudaron a los suyos, más sólidos en las capturas defensivas pero casi inéditos en las acciones de ataque.
De vuelta al parqué llegó el momento de la fractura definitiva. Surne Bilbao Basket tardó más de tres minutos en sumar y cuando quiso hacerlo su oponente ya había transformado once puntos, cinco de ellos seguidos de Yabusele. De esta manera la renta blanca se fue casi a los veinte (59-40, min.24).
La comodidad de ese colchón permitió al Real Madrid jugar más liberado y ofrecer acciones de disfrute, menos abundantes que de costumbre en los últimos choques. Un mate de poderío de Yabusele y un ‘alley oop’ servido por Sergio Rodríguez y finiquitado por Vincent Poirier fueron bonitos regalos para la grada antes de la media hora (76-52, min.30).
Los diez minutos restantes hasta el pitido final no tuvieron demasiada historia, un toma y daca ganado por los visitantes a base de orgullo que sirvió para ver en acción durante un rato al joven y prometedor Hugo González, autor de un triple reconocido con ovación por la grada.
Fuente: ACB