El Surne Bilbao Basket dio la campanada en Miribilla imponiéndose al Real Madrid, por 83-79, en un partido en el que los ‘hombres de negro’ llevaron casi todo el tiempo la iniciativa ante un rival que, sin embargo, amenazó hasta la final y frente al que completaron un gran encuentro.
Los de Jaume Ponsarnau mantuvieron ante el vigente campeón liguero, y aspirante siempre a todo, la línea que llevan desde el inicio de la temporada, en la que suman cinco victorias -dos en Liga Endesa- y una sola derrota en Murcia tras prórroga en otro Choque que casi ganaron a poco del final.
Lideraron la destacada labor de los locales el pívot Marvin Jones (11 puntos, 5 rebotes, 3 tapones y 19 de valoración) y el escolta estonio Kristian Kullamae (18, 4 asistencias y 19), quienes sumaron sus números en momentos especialmente importantes.
En el Madrid, con una rotación trascendente muy corta, los mejores fueron Facundo Campazzo (16, 8 asistencias y 29), demasiado solo en muchos tramos, Gaby Deck (23, 6 rebotes y 21), motor de la remontada inacabada del tercer cuarto. , y Mario Mezonja (18).
Aunque ese brillo en lo estadístico no evitó la segunda derrota del Madrid en los tres partidos ligueros que lleva disputados y la cuarta en los siete choques oficiales de la temporada que acumula.
Arrancó mejor el Madrid lanzado por 5 puntos de Hugo González, que fue titular, y un gran acierto en los triples (2-7, 5-10, 11-14), pero un 8-0 bilbaíno coincidiendo con la presencia en pista de Hlinason cambió el encuentro (19-15).
En esa dinámica los de Ponsarnau alcanzaron por delante el primer cuarto (22-18) y se mantuvieron todo el segundo, con ventajas ya serias 9 (27-18), 10 (30-20) y hasta los 12 con los que se fueron. a vestuarios (46-34) tras unos segundos finales de la primera mitad nefastos de los blancos.
Las tres faltas de Llull, la tercera una técnica, y las también tres de Musa, enfadado en todas ellas, resumían 20 minutos flojos de un Madrid en el que apenas si Campazzo, como siempre sólido y brillante, y momentos puntuales de Hezonja interrumpían la buena mano de obra de los locales.
Lideraba a los de negro el canterano blanco Pantzar, aunque la mayoría de los diez jugadores que saltaron a la cancha estaban de notable. La excepción era un Abdur-Rahkman también penalizado por tres faltas, las dos primeras muy rápidas.
Fuente: ACB