El Valencia Basket arrolló este viernes al Casademont Zaragoza (111-82) en un encuentro aplazado de la Liga Endesa en el que asustó al equipo maño en un primer cuarto en el que solo anotó desde la línea de tres para dominarle a placer el resto del choque.
El encuentro arrancó en realidad unos minutos antes del salto inicial, al menos emocionalmente. Dos años y medio después de haber dejado el club, el montenegrino Bojan Dubljevic regresaba por primera vez a una Fonteta que le recibió con una larguísima ovación.
El club local, que ya anunció en su día que retiraría su camiseta cuando deje de jugar, le rindió un pequeño homenaje que incluyó un video con algunos de los muchos grandes momentos que protagonizó en sus once años en la entidad.
El acto no despistó al Valencia Basket, que arrancó con la idea clara de no renunciar a ningún buen tiro. Su buena circulación de balón, la cerrada defensa de su rival y su hambre por el rebote de ataque le permitió tirar cómodo de lejos e hizo del triple el motor de su juego.
En un primer cuarto para recordar, el equipo de Pedro Martínez solo anotó desde más allá de la línea de 6,75, pero lo hizo en nueve ocasiones y con un acierto del 50%. De hecho, solo lanzó un tiro de dos y ningún tiro libre.
El equipo maño se asustó, más por las sensaciones que por el marcador, en el que al final de ese primer periodo estaba trece puntos, poca desventaja para las sensaciones que había en la pista.
Solo Bango hacía algo de daño cerca del aro local, pero sin que supusiera ninguna preocupación para el Valencia Basket. Un mate de Semi Ojeleye estabilizó la ventaja local más allá de los veinte puntos (49-26, m.18).
El descanso no cambió el panorama, al contrario. Con una Fonteta entregada, el equipo valenciano necesitó apenas tres minutos para doblar al Casademont Zaragoza en el marcador (61-32, m.23).
El choque estaba decidido y Pedro Martínez aprovechó para dar minutos a Chris Jones, que esta semana ha jugado sus primeros partidos de la temporada tras haber sido operado de un dedo de la mano derecha en agosto.
Los locales, que venían de jugar el martes en la Eurocopa y visitan el domingo al Barça, aflojaron algo en defensa, lo que permitió al equipo de Porfi Fisac maquillar algo el marcador, aunque las sensaciones fueron imposible de cambiar.
Fuente: ACB