Los malos presagios de Max Verstappen antes de comenzar la temporada se están cumpliendo por ahora en el GP de Australia. Un circuito caracterizado por las fuertes frenadas, pasos por los pianos y las zonas de DRS, lo que fomentan en parte las debilidades del RB21, especialmente en el paso por curva, con un coche al que le ha faltado agarre, según el neerlandés.
Lejos de la cabeza
Desde la primera vuelta McLaren y Ferrari han impuesto su puño de hierro, especialmente en las tandas largas. Esto es algo que le ha faltado a un Max Verstappen que ha terminado la primera sesión de libres con un 1:17:696, a poco más de cuatro décimas del tiempo más rápido marcado por Lando Norris.
En la segunda sesión, donde los neumáticos blandos relucían en pista, la cosa no terminaba de mejorar, con un 1:17:063 que le hacía colocarse en la 7ª posición, a más de 6 décimas del tiempo de Charles Leclerc. Una falta de ritmo que complica las aspiraciones del reciente campeón del mundo en Albert Park, y una solución que podría tardar en llegar, según el tetracampeón.
“Pero, por alguna razón, el agarre no estaba mejorando. La verdad es que me costaba con los cuatro neumáticos, tanto en el sector 1 como en el último. Eso significa, por supuesto, que no estamos a la altura en este momento”, decía el piloto de Red Bull.
“Creo que será un poco difícil de solucionar. Tampoco es nada que no me esperara cuando llegué aquí. No me sorprende, ni positiva ni negativamente, el ritmo que estamos mostrando”, prosiguió.
“Solo tenemos que asegurarnos de encontrar un poco más de ritmo, pero en este momento definitivamente nos falta algo para luchar arriba”, concluyó Max Verstappen.
Es así como el piloto de Red Bull ha terminado sus dos primeras sesiones de entrenamientos libres con un RB21 que le ha dado algunos quebraderos de cabeza.
Fuente: Car and Driver