Ni el mejor guionista argentino podía idear una noche tan mágica como la que vivió la selección de Lionel Scaloni en Qatar. Messi dejando rivales en el camino, Julián Álvarez destrozando a la defensa croata y la seguridad de una defensa que dejó el arco en 0.
Así, Argentina se clasificó a la final del Mundial de Qatar 2022, tras vencer 3-0 a la Croacia de Luka Modric, que pudo haber dado su última pincelada de la obra maestra que dejó en su carrera como internacional del cuadro europeo.
Todo comenzó con Álvarez como protagonista. Al minuto 34 del primer tiempo, el delantero del Manchester City tuvo un mano a mano con el arquero Dominik Livaković, quien lo derribó en el área y propició el penal para la escuadra sudamericana.
La decisión del árbitro fue polémica en las redes sociales, pero el juez Daniele Orsato no utilizó la ayuda del VAR y sentenció la pena máxima. El guardameta croata venía envalentonado después de ser un muro ante Brasil, pero nadie puede con Messi cuando está bien.
El astro argentino convirtió con un gran remate y desde ese momento, todo fue fiesta para Argentina. Álvarez tuvo otro mano a mano con el guardameta croata, y al 39 de la primera mitad, convirtió tras varios rebotes en el área entre los defensas y el propio guardameta.
El segundo tiempo también estuvo pintado de celeste y blanco. Messi, como en su mejor momento en el FC Barcelona, dejaba rivales regalos y al 69 del complemento realizó una genialidad.
Por banda derecha, a perfil cambiado, dejó a dos rivales regados y luego le regaló un pase extraordinario a Álvarez, para su segundo gol del compromiso y el tercero para su selección.
Así, con una fiesta argentina en Doha, la selección de Messi y sus amigos jugará nuevamente la final de un Mundial, con la esperanza de que el que es considerado el mejor jugador del mundo consiga el único trofeo que le falta en su extraordinaria vitrina.